La visita al pueblo y el paseo por los miradores de la garganta no era el plan inicial pero cuando las condiciones no dan para mas hay que tomarse las cosas con calma, así pues nos subimos a ver a Kike al que hacia días que no veía.
La suerte es que en nuestra visita no hemos encontrado los cincuenta coches que dice Kike que puede llegar a haber en verano, así que visita tranquila a un lugar muy tranquilo.
La idea era al día siguiente subir al Bateillance desde la boca norte del túnel, pero el día era pésimo y nos decidimos por ir de excursión a Chisagües. Este valle es una auténtica joya y bien se merece la visita.
Por suerte no han conseguido tirar adelante algunos planes que había para este valle ya que no me lo imagino con una estación de esquí o algo similar.
Ahora solo queda esperar que esta semana tengamos la oportunidad de hacer alguna ascensión si la meteo nos deja ¡imsahllah!
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